En términos y hablando de forma técnica, el blanco y el negro no son considerados colores en el sentido tradicional. Más bien, se les clasifica como tonos o valores de color.
Ampliaré un poco más lo dicho:
El color: Se definen como las distintas longitudes de onda de la luz visible que percibimos a través de nuestros ojos. En el modelo de color RGB (Rojo, Verde, Azul), por ejemplo, los colores primarios son rojo, verde y azul, y al mezclarlos en diferentes proporciones podemos obtener una amplia gama de colores.
El Tono: Por otro lado, el blanco y el negro no son considerados colores en este sentido científico. El blanco se asocia comúnmente con la presencia de todas las longitudes de onda de la luz visible, mientras que el negro se asocia con la ausencia de luz visible. Con el blanco se representa la luz máxima y el negro la oscuridad máxima.
Y es aquí donde comparto la importancia y la diferencia. Mientras que el blanco y el negro no son colores en el sentido científico tradicional, se consideran tonos debido a su relación con la luz y la ausencia de ella, respectivamente. Es entonces que aplicado en el arte y el diseño, la combinación de blanco y negro es una herramienta poderosa para crear contraste y expresión visual.
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