Al tomar una fotografía en color, estás capturando toda la información disponible: la textura, , la forma y, por supuesto, los colores. Esto significa que tienes una gama completa de datos visuales para trabajar en tu imagen.
Además, al trabajar desde una imagen en color, tienes la opción de utilizar técnicas avanzadas de conversión a blanco y negro, que te permiten ajustar cómo se traducen los diferentes colores. Esto puede ayudarte a crear una imagen en blanco y negro que tenga un mayor impacto visual y una mayor profundidad emocional.
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